lunes, 15 de junio de 2009

HOMENAJE A LA MUJER CAMPESINA



Las muchachas santiaguinas
no son como las huasotas
de lejitos se les nota
que son un poco más finas.
Lo mismo que las gallinas
son de la carne blanquita
bien colorá la boquita
y las uñas puntiagudas
pero pa' todos sin dudas
son mejores las huasitas.

Las de la ciudad no son
pa' lavar ropa en el río
les produce escalofríos
planchar con plancha a carbón.
El asado de lechón
no lo han visto ni en pintura
menos la uvita madura
cuando relumbra en la parra
ni han oído la guitarra
después de una topiadura.

En cambio la huasamaca
es sabia de nacimiento
y sabe hablar con el viento
con el horno y con las vacas.
Es pa' ella una chancaca
hacer chanfaina o pantrucas
fiambre de pavo y de diuca
es lo mismito pa' ellas
arrope y miel en botella
no falta nunca en la ruca.

La huasa nunca se queja
cuando hay esquila en los fundos
mecón que gozan p'al mundo
maniando y lisiando ovejas.
Cuando peladas las deja
le echan la talla al vaquero
trasquílese caballero
la perita y el bigote
para que así no se note
que se parece al carnero.

Así son las campesinas
que en el centro tiran pinta
completamente distintas
a las niñas santiaguinas.
Pero tengo una doctrina
las dos son harto bonitas
chasconas y pituquitas
son copihuitos en flor
y del uno p'al amor
por algo son chilenitas.

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